El Parque Nacional del Teide, situado en la isla de Tenerife, es un espacio natural protegido que se extiende por más de 18.000 hectáreas. Declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 2007, su principal atractivo es el volcán Teide, el pico más alto de España con 3.718 metros de altitud. El Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional del Teide (aprobado por el Decreto 153/2002, de 24 de octubre) regula las actividades humanas en este entorno, garantizando la protección de sus valores naturales y culturales mientras se fomenta su uso público sostenible.

Este espacio combina características geológicas únicas, como coladas de lava y estructuras volcánicas, con una biodiversidad destacada. Alberga especies vegetales y animales exclusivas de Canarias, muchas de ellas endémicas, que convierten al Teide en un enclave fundamental para la conservación.

Senderismo

• Está prohibido caminar fuera de los senderos para evitar la erosión y el impacto en la flora y fauna.
• Algunas zonas requieren autorización previa, como el sendero que conduce al cráter del Teide PNT 10, los senderos PNT 07 (Montaña Blanca – La Rambleta), PNT 09 (Teide – Pico Viejo – Mirador de las Narices del Teide), PNT 23 (Los Regatones Negros) y PNT 28 (Chafarí).
  
• Los senderistas deben respetar las señalizaciones, no abandonar residuos, ni recolectar plantas, rocas o cualquier otro elemento natural.

Escalada

• Las escaladas no invernales se limitarán al Macizo de Guajara, Torreón Figueroa, Roques de García y Roque y Topo de la Grieta en los lugares, formas y vías que se establezca. Para proteger la nidificación de las aves, se podrá prohibir la práctica de la escalada en aquellos lugares y períodos que las circunstancias así lo aconsejen

Esqui

•  Se permitirá la práctica del esquí de montaña de forma libre en Montaña Blanca y del esquí de fondo en los tramos de carretera y pistas cerradas a la circulación de vehículos por causa de la nieve.

Espeleología

• La práctica de esta modalidad deportiva requerirá en cualquier caso la autorización expresa de la Administración del Parque, que contará con la colaboración de la Federación Canaria de Espeleología. Se exigirá la condición de federados a cuantos solicitantes demanden autorización, pudiendo establecerse regulaciones restrictivas complementarias